El Martini es elegante, sensual, de un sabor único e inconfundible.
Es una bebida icono de varias épocas. Una de las teorías del sociólogo Max Weber hablaba de las modas, decía que si una moda nacía en determinada fecha y esta se pasaba de generación en generación y recorría años tras años, está ya no era moda, sino que formaba parte de la cultura. El martini, es cultura, es uno de los cocteles que incluso cuenta con el diseño de su propia copa.
En esta ocasión dedico la columna a esta emblemática bebida, paralela a la premier de la última película de James Bond, Spectre; por qué, la razón es que es su bebida favorita y la pide de una manera muy singular, pero vayamos paso a paso.
Corría la década de 1900 en la ciudad de Nueva York, cuando al Sr. Martini un Barman del club Knickerbocker lo inventó e inmediatamente fascinó a los comensales tan es así, que hay anécdotas que le decían “martini, la estrella de rock”, por su popularidad.
Este éxito fue gracias a toda una campaña en donde lo que se hacía era hablar de él, tanto estrellas de cine, intelectuales como Hemingway, o de la música como Frank Sinatra, y hasta el presidente Franklin Delano Roosevelt, eran fanáticos de la bebida, tan es así que se dice preparó un martini al mismísimo Stalin.
Pero, ¿Cuándo se empezó a asociar con James Bond? Desde la primera novela escrita por Ian Fleming, titulada “Casino Royale”; la cual se publicó en 1953, y simplemente se habló de él porque a Fleming le encantaban los martinis, y decidió darle ese sello tan característico a la saga, y más allá, el Agente Secreto lo lleva al mundo, cuando las novelas se adaptan al séptimo arte.
Bond y el martini son una dicotomía, es decir, uno no existe sin el otro. En pocas palabras James, lo convierte en el “Rey de los cócteles”, en los años 50’s donde las películas se proyectan, no había bar en el cual todos los días no se preparara un rico martini.
Otro dato a destacar es que James, le agrega lo “chic”, esas famosas tres palabras: “Shaken, not stirred” (Mezclado, No Batido). Esta frase también pertenecía al contexto que se vivía, porque se refería a que el mundo después de la Segunda Guerra Mundial estaba agitado y la coctelera de Bond tenía que ser igual.
Hoy, a más de 100 años del origen del martini, hay infinidad de variaciones, incluso hay quienes lo preparan de manzana, chocolate, arándano, etc. Pero sólo hay un original cuando nos referimos a Bond, James Bond, este es un martini llamado también como Dry Martini o Vesper. Pasemos a la receta:
INGREDIENTES:
- 30 ml de Ginebra
- 15 ml de vodka
- 7,5 ml de Lillet Blanc o Angostura
- piel de limón
PREPARACION:
- En un recipiente para cocteles llenar de hielo e ir agregando poco a poco cada uno de los ingredientes, excepto la piel de limón. Al estilo Bond: “Mezclado, no Agitado”.
- En una copa de martini previamente fría, servir la mezcla y agregar la piel de limón, hay quienes agregan en vez de esto una aceituna.
NOTAS:
El Lillet Blanc, es una mezcla proveniente de un vino blanco que se comercializa aún. Las uvas que se utilizan para su elaboración son: Sauvignon Blanc, Semillón y Muscadelle, el vino se elabora con cáscaras de naranja, así como frutas maceradas, y quinina que se agrega para un añejamiento en barricas de roble durante 6 a 12 meses. Toda su elaboración se lleva a cabo en Lillet de Podensac. Si se dificulta su comercialización, se puede sustituir por Angostura amargo que es más fácil de conseguir.
Recuerde que el martini se debe tomar con moderación. Disfrute su olor y sabor de a poco. ¡Salud!