La Enfermedad de Boca – Pies – Manos (HFMD por sus siglas en inglés) a pesar de tener un nombre algo preocupante, es una enfermedad común y contagiosa causada por diferentes virus de la familia de los enterovirus, generalmente por virus del grupo Coxsackie. Por lo general afecta a los bebés y a los niños menores de 5 años de edad, pero los niños mayores y los adultos también la pueden contraer.
Estos virus viven en el tubo digestivo y se suelen contagiar debido a que la gente no se lava bien las manos o entra en contacto con superficies contaminadas con heces de la persona infectada, también si se entra en contacto directo con secreciones de nariz y garganta, saliva o líquido de ampollas.
Los niños de entre 1 y 4 años son quienes más se exponen a contraer esta enfermedad y estas infecciones son frecuentes en guarderías, centros de preescolar y otros lugares donde los niños comparten espacios reducidos. Se trata de una enfermedad que suele durar entre 3 y 7 días.
Desde el momento que el niño está expuesto a la enfermedad, toma de 3 a 6 días para que aparezca el primer síntoma. A esto se le llama el periodo de incubación. Por lo general empieza con fiebre, dolor de garganta y goteo nasal, como es el caso del resfriado común, pero luego un sarpullido y ampollas pequeñas empiezan a aparecer.
Los síntomas son peor en los primeros días, pero por lo general desaparecen en una semana. Descamación en los dedos de las manos y pies puede suceder de 1 a 2 semanas después, pero es inofensiva.
Los síntomas incluyen:
* Fiebre
* Dolor de cabeza
* Pérdida del apetito
* Erupción con ampollas pequeñas en las manos, los pies y en el área donde se coloca el pañal, las cuales puede ser sensibles o dolorosas si se presionan
* Dolor de garganta
* Úlceras en la garganta (incluyendo las amígdalas), boca y lengua
No hay un medicamento para tratar o curar la enfermedad. Lo único que los padres pueden hacer es aliviar la fiebre y el dolor con paracetamol o ibuprofeno.
Por lo general la enfermedad de boca –pies – manos es más contagiosa durante la primera semana de la enfermedad. Sin embargo, los niños que tienen la enfermedad pueden “excretar” o despojarse del virus por las vías respiratorias (nariz, boca y pulmones) durante 1 a 3 semanas y en las heces durante semanas o meses después del inicio de la infección.
Usted puede ayudar a que no se propague la enfermedad:
1) Enseñe a sus niños a cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable cuando estornudan o tosen lo más posible o con la manga de la camisa si no tienen un pañuelo disponible. Enséñele a todos a lavarse las manos después de usar pañuelos o de haber estado en contacto con secreción mucosa. Cambie o cubra la ropa contaminada.
2) Lave sus manos después de cambiar los pañales. Los padres pueden propagar el virus a otras superficies al entrar en contacto con las heces, líquido de la ampolla o saliva.
3) Limpie, enjuaje y desinfecte los juguetes que han estado en contacto con su niño a través de la saliva.
4) Prevenga que se compartan los alimentos, bebidas y útiles de uso personal que su niño pueda tocar con la boca, tales como los cubiertos, cepillo dental y toallas.
5) Proteja a los otros niños en su hogar. Cerciórese de que no entren en contacto con el niño que está infectado. Los besos, abrazos y compartir vasos y cubiertos pueden propagar la infección rápidamente. Si sus niños comparten una habitación, sepárelos mientras que el niño enfermo es contagioso.
6) Desinfecte las superficies que su niño toca con frecuencia, esto puedo ayudar a prevenir que un hermano contraiga la enfermedad de mano, pie y boca (y es posible hacerlo si tiene cuidado y mantiene las superficies limpias).