No necesito de una fecha en particular o un momento determinado para entender que el amor que te profeso es tan grande y tan fuerte que traspasa la barrera del tiempo y de la muerte…
¿Qué tan diferente hubiese sido la vida si tú estuvieras aquí? ¿De verdad te valoraría y te respetaría? ¿Entendería tus regaños y tus consejos sin rechistar? ¿Podría encontrar una mejor versión de mí si fuéramos caminando de la mano? ¿Entendería que todo lo dicho por ti solo era procurando mi bienestar?
Estoy completamente segura que apoyarías mis locuras; a tu manera buscarías la forma de protegerme y allanar mi andar. Que un abrazo y un beso tuyo serían la cura perfecta para cualquier tipo de dolencia, o que cada vez que perdiera la brújula buscarías la manera perfecta de regresarme al camino correcto. Tus regaños serían la forma de ubicación mas eficaz que pudiera existir (las madres siempre hablan con conocimiento de causa).
Si te confieso algo, creo que con el paso del tiempo me haces mucha falta: cuando somos niños contamos con algo que se llama inocencia, no somos capaces de pensar con maldad o llenos de miedos (en ocasiones infundados) pero al crecer comenzamos a llenar la cabeza con pensamientos locos, con miedos y dudas que no son buenas (del todo)… En ocasiones lo único que requiero es un abrazo que junte los pedazos y me de la fuerza suficiente para continuar, esos que solo una madre puede dar.
Y no, no por esto digo que mi padre no pueda hacerlo pero no sé, un abrazo de mamá siempre se agradece no? Estoy consciente que donde andas celebras mis triunfos, me jalas las orejas cuando lo merezco, evitas de mil y un formas que algo malo suceda o si llega a pasar, estás aquí ayudándome a pegar mis pedacitos para que me levante y siga andante.
Nunca podré superar tu partida porque eres lo más importante de mi vida pero aprendo a vivir con ello: entiendo que jamás hubiese permitido que algo doblegara tu fortaleza, esa que siempre admire y que quisiera tener. Me consuela saber que los espitirus del Cielo se llevaron a un angelote enorme que luego me prestan.
Ojala que un día pueda entender al 100 como se vive sin alguien a quien amas por sobre todas las cosas: pero sobre todo, ojalá yo pueda verme como tú lo hacías: con esa fe, con esa ilusión, con ese amor tan grande. Y espero también te sientas orgullosa porque aun con mis fallos constantes y mis miedos he podido crecer y aprender a vivir.
TE AMO Y LO HARE SIEMPRE… GRACIAS POR SER MI FARO, MI CAMINO, MI FORTALEZA Y MI AMOR MAS GRANDE!! PERO SOBRE TODO POR DEJARME AL MA-PA MAS MARAVILLOSO DEL MUNDO, ESE QUE CUMPLE LOS 2 ROLES… NADA FACIL PERO AHÍ VAMOS…
