Durante la existencia de The Beatles, tanto en conciertos como en grabaciones, George Harrison mantuvo un perfil bajo; mientras que Lennon destacaba por su desparpajo y comentarios mordaces, McCartney lo lograba con su charming y Ringo con su alegría y supuesta ingenuidad.
En efecto, Harrison siempre estaba en segundo plano, muy pocas ocasiones se expresaba por lo que se ganó el mote de “The Quiet One” (“El Mudo”), tanto que en 1998, Alan Clayton publicó el libro The Quiet One: A Life of George Harrison.
Portada del libro The Quiet One: A Life of George Harrison de Alan Clayton
Por otra parte, en un principio las oportunidades de incluir las composiciones de Harrison en los discos de The Beatles fueron pocas; sin embargo, poco a poco fue incorporando sus canciones hasta sumar 24 de las 211 canciones oficiales dadas a conocer de El Cuarteto:
Cuando The Beatles se separaron fue la oportunidad para que George libremente expresara su creatividad: ¡lanzó un álbum triple”, All Things Must Pass.
De las composiciones de Harrison, en esta ocasión destacamos una rola, aparentemente para niños, pero que su contenido, metafóricamente, constituye una crítica social a la desigualdad que privaba en 1968, y sigue imperando en nuestros días: “Piggies” (“Cerditos”).
Sirva esta canción como protesta ante la manipulación que ejerce el Poder (de toda índole) sobre los subordinados, a través del chantaje, la manipulación y los falsos valores, en menoscabo de la integridad personal y grupal, generando zozobra y violencia.
Para concluir el año de 1968, un año crucial en la historia de las sociedades contemporáneas, principalmente occidentales, The Beatles dieron a conocer un álbum SIN NOMBRE, que se conoce coloquialmente como El Álbum Blanco, debido al color de su funda, en la que, con letras pequeñas, aparecía realzado el nombre del grupo. Fue todo un agasajo para quienes somos sus seguidores, ya que era un álbum doble, con ¡treinta tracks!, e incluía un afiche gigante, con todas las letras de las canciones impresas al reverso, y cuatro fotografías individuales de los integrantes.
En la cara 2 del disco 1, encontramos la canción “Cerditos”, de la autoría de Harrison. El tema fue grabado los días 19 y 20 de septiembre, y 10 de octubre de 1968, en el estudio 2 de Abbey Road. Se hicieron 12 tomas, y la mezcla se realizó, en el mismo estudio, el 11 de octubre. Los productores fueron George Martin y Chris Thomas; Kent Scott fungió como ingeniero de sonido, así como Mike Sheady y John Smith fueron ingenieros asistentes. El disco apareció el 22 de noviembre de 1968, en el Reino Unido, y el 25 del mismo mes, en EUA.
Los músicos participantes fueron: George (voz principal y guitarra); John (loops sonoros); Paul (bajo); Ringo (batería y pandereta); Chris Thomas (clavecín); Henry Datyner, Eric Bowie, Norman Lederman y Ronald Thomas (violines); John Underwood y Keith Cummings (violas); Eldon Fox y Reginald Kilbey (cellos).
Respecto de la canción, dijo Harrison:
“Piggies is a social comment. I was stuck for one line in the middle until my mother came up with the lyric, ‘What they need is a damn good whacking’ which is a nice simple way of saying they need a good hiding. It needed to rhyme with ‘backing,’ ‘lacking,’ and had absolutely nothing to do with American policemen or Californian shagnasties!” (citada en http://www.beatlesbible.com/songs/piggies/)
(“Piggies es un comentario social. Estaba atorado en un verso en el medio hasta que mi madre vino con la letra, ‘ lo que necesitan es un maldito buen garrote’ que es una sencilla y buena manera de decir que necesitan una buena paliza. Necesitaba que rimara con ‘respaldo’, ‘falta’ y no tenía absolutamente nada que ver con policías americanos o promisucuos [!!!] californianos!)
También se dice que Lennon colaboró con el verso “Clutching forks and knives to eat their bacon”, que originalmente era “to eat their pork chops” (“para comer sus chuletas de cerdo”), como puede escucharse en la Anthology 3. ¡Cerdos comiendo cerdos! Les encargo la interpretación de esta expresión.
Durante una gira por Japón (que dio origen al álbum Live In Japan, de 1992), Harrison cambió la letra por:
Everywhere there’s lots of piggies
Playing piggy pranks
You can see them on their trotters
Down at the piggy banks
Paying piggy thanks
To the pig brother
En todas partes hay montones de cerditos
jugando bromas alcancía
puedes verlos en sus manitas
hacia abajo, en las alcancías
pagando gracias a las alcancías
al hermano cerdo
Desafortunadamente, tras esta rola hay una leyenda negra que la relaciona con los asesinatos realizados por Charles Manson y La Familia Manson, en 1969 (entre las víctimas estuvo la actriz Sharon Tate), ya que este siniestro sujeto escribió en las paredes de los sitios de sus crímenes, usando sangre de sus víctimas, palabras como “cerdo”, “cerditos políticos”, “muerte a los cerdos”; en otros casos se dejó insertados en los cadáveres tenedores y cuchillos. Además, interpretaba otra canción del mismo Álbum Blanco, “Helter Skelter” (de McCartney), como una guerra entre blancos y negros; en otro de sus asesinatos escribió con sangre dicho título.
Pero dejemos esta siniestra cara de la música beatle y mejor escuchemos “Piggies” (are you one of them?, emulando al Fluido Rosa).