Las fotografías que acompañan el texto del artículo, son el veraz testimonio de que Pedro Infante, el inigualable y sin par ídolo de México visitó la ciudad de Lima, capital de Perú, en enero del año 1957, un día de sol luminoso y ardiente calor, tres meses antes de que ocurriera su trágica muerte (que causara tanto dolor y desesperanza en México) en dónde actuó durante siete días consecutivos en los cine teatros más importantes de la bien llamada “Ciudad de los Reyes”.
Pedro Infante aparece en estas fotos: en el interior de su suite del Hotel Bolívar el día de su arribo a Lima y en la sala de redacción del vespertino Última Hora, en donde escribiría un artículo que tituló LA HISTORIA DE MI VIDA.
Pedro arribó al Aeropuerto Internacional de Limatambo (más conocido como Corpac, que era las siglas de la empresa encargada de su administración), procedente de la ciudad de Guayaquil -Puerto principal de la hermana República de Ecuador- en un vuelo comercial de la Aerolínea Peruana Panagra a las 7:00 de la mañana del martes 8 de enero, dónde lo esperaba un nutrido grupo de admiradores (que diarios de la época calculan en 5 mil aproximadamente entre varones y mujeres), que se habían dado cita en el Aeropuerto limeño para darle la bienvenida y expresarle su admiración. El periodista y locutor de Radio Victoria, Juan Felipe Montoya Zevallos, fue quien le realizó la primera entrevista radial desde la suite 310 A que ocupara Pedro en el Bolívar, a través de las microondas que la empresa de telefonía nacional había habilitado, aunque, fueron Juan Gargurevich Regal (el tío Juan) y Carlos Paz Cafferata, encargados de la página de espectáculos de los desaparecidos diarios LA CRÓNICA y LA PRENSA respectivamente, quienes tuvieron el primer contacto con el sublime cantante y actor mexicano en dicha habitación.
Ese mismo día, en horas de la noche, daría una Conferencia de Prensa en su habitación del Gran Hotel Bolívar para los hombres de la prensa especializada de los diferentes medios escritos y radiales de nuestro país, que quedaron encantados y satisfechos con su predisposición para responder a cuánta pregunta relacionada con su vida artística se le formulara y mostrarse solícito a los requerimientos de los reporteros gráficos, que querían fotografiarlo desde diferentes ángulos y en diversas poses.
Al día siguiente, miércoles 9 de aquel verano caluroso, ante la expectativa general de miles de cinéfilos y melómanos que se encontraban entre el público, debutó a las 8:00 de la noche en función de vermouth en el emblemático Cine Teatro City Hall (allí se habían presentado las más grandes estrellas extranjeras que actuaron en el Perú, y que estaba ubicado en la cuadra 1 de la Av. Venezuela en el Distrito de Breña), que lució un lleno de bandera, alcanzando un apoteósico y resonante triunfo que los diarios más importantes de la capital peruana y de otras ciudades del interior se encargarían de resaltar al día siguiente en sus ediciones regulares.
En estas fotos vemos a Pedro Infante dirigiéndose desde su hotel al cine teatro en que actuaría en esa oportunidad.
La noche de su debut en el City Hall, la presentación estelar de Infante estuvo precedida por un conglomerado de reconocidos artistas de la farándula nacional y por el mariachi PERLA DE OCCIDENTE de Marcelino Ortega Melecio, que le regaló al público limeño y radioescucha dos temas musicales del rico folklore mexicano que resultaron del agrado y del gusto del respetable que premió su actuación con cálidos vítores y aplausos: el son jalisciense “Los jabalines” y el huapango “Mal de amores”. Este mariachi tuvo el alto honor de poner el marco musical al incomparable charro mexicano en su última gira artística por esta parte de Latinoamérica, donde tocara países bañados por el Océano Pacífico y el Mar Caribe como Venezuela, Ecuador, Perú, Panamá, nuevamente Venezuela y Curazao. La presentación de Pedro apenas duró 30 minutos, los suficientes para demostrar su valía como cantante y actor (en varias de las canciones que interpretaría parodió a borrachos).
Esa noche, tal como lo señala el vespertino Última Hora en su edición del jueves 9 de enero, Pedro Infante interpretó cinco canciones: “Despacito” (ranchera) “Cuatro caminos” (ranchera), “Camino de Guanajuato” (corrido), “Tres días” (ranchera) y “Flor sin retoño” (bolero ranchero), con las que cautivó a su multitudinaria audiencia aquella noche.
Los días siguientes sirvieron para acreditar la valía del actor y cantante sinaloense como un artista extraordinario y polifacético, ya que en todas sus presentaciones, que se realizaron a teatro lleno, dio muestras de sus grandes dotes histriónicos e interpretativos, que le permitieron alcanzar el reconocimiento de la crítica especializada, que se rindió ante la calidad de su espectáculo al igual que el público asistente y radioescucha.
Pedro Infante en las presentaciones artísticas que sostuvo en Lima, contó con el acompañamiento musical del famoso Mariachi Perla de Occidente, que fue el primer mariachi que pudo apreciar el público peruano en vivo y en directo, ya que anteriormente a ello, no se había producido un hecho similar; ni siquiera cuando el 19 de julio del año 1946 se presentara en el mismo escenario Jorge Negrete, el legendario charro cantor.
El charro Pedro Infante, tal como lo anunciaba en sus presentaciones Fernando Farrés, uno de los más grandes exponentes de la locución peruana, que trabajaba por aquellos días para Radio Victoria, se presentó en las siguientes salas de cine y teatro de Lima:
– Miércoles 9 de enero: Debut en el Cine City Hall en función de Vermouth (8:00 p.m.) y en el Cine Teatro Porvenir en función de Noche (10:0 p.m.)
– Jueves 10 de enero: Cine Teatro Porvenir en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
– Viernes 11 de enero: En el Cine Teatro Porvenir en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
– Sábado 12 de enero: Cine Teatro Primavera (Surquillo) en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
– Domingo 13 de enero: Cine Teatro Pacífico (Callao) en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
– Lunes 14 de enero: Cine Teatro Pizarro (Barrios Altos) en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
– Martes 15 de enero: Cine Teatro Western (Lince) en funciones de Vermouth (7:00 p.m.) y Noche (10:00 p.m.).
También actuó en el Cine Tacna (Cercado de Lima) y en algunas salas de barrio, dónde se cobraron precios populares en funciones de Matinée (4:00 p.m.) tales como: Cine Conde de Lemos (Plaza Buenos Aires – Barrios Altos), Cine Junín (San Martín de Porres), Cine Bolívar (Cercado de Lima), Cine Diamante (Jesús María), etc.
Estas imágenes nos muestran a un sonriente Pedro Infante durante a su arribo al Aeropuerto de Limatambo, y, la noche de su debut en el emblemático Cine Teatro City Hall en que conquistó al público presente en 30 minutos
En la visita de Pedro Infante a nuestro país, hay dos hechos trascendentales que realizara el ídolo azteca, y que por su carácter social, quedaron impregnados para siempre en las retinas y en la memoria del pueblo peruano. Hay testigos y recortes periodísticos de diarios de la época que atestiguan y certifican tales hechos, los mismos que no le representaron ingresos económicos al magnánimo y altruista artista mexicano, ya que no cobró ningún dinero por su participación en ambos eventos. Ellos son, su presentación en el Hospital Bravo Chico (hoy Hipólito Unanue) para cantarles gratuitamente a los niños enfermos de tuberculosis y sus familiares, atendiendo a la gentil invitación que le cursara el productor y conductor del programa “Feliz Amanecer” que se propalaba por las ondas de Radio Lima, Carlos Rojas.
Cabe mencionar, que Pedro Infante, no era ajeno a este tipo de acciones de corte social, y es que, con anterioridad, había realizado en Sudamérica dos presentaciones para enfermos que padecían esta enfermedad. Una, el domingo 5 de diciembre de 1948, en que se presentó en el Sanatorio Antituberculoso Simón Bolívar”, ubicado en el Algodonal Antimano de Caracas, Venezuela, para cuyos pacientes realizó una función al aire libre. Y, la otra, la mañana del miércoles 2 de enero de 1957, en que se presentó en el Hospital Neumológico Alfredo Valenzuela, m{as conocido como LEA, que son las siglas de la Liga Ecuatoriana Antituberculosa para cantar gratuitamente para los enfermos de este mal y para sus familiares.
El otro hecho que el pueblo peruano no olvidaría jamás, es aquel que relaciona al ídolo de ídolos con el pequeño enfermo de parálisis cerebral que se encontraba internado en la Clínica Americana, quien le había manifestado su deseo de que Pedro Infante lo visitara para conocerlo al periodista Guido Monteverde, Encargado de la página de espectáculos del vespertino Última Hora y responsable de la columna Antipasto Gagá. El mismo día de su partida de nuestra patria, el connotado artista mexicano quiso cumplir con el deseo del pequeño y se apersonó al nosocomio en horas de la noche. Esto, por poco da lugar a que perdiera el vuelo por escasos minutos de retraso.
Pedro Infante abandonó nuestro país el miércoles 16 de enero de 1957, a las 9:00 de la noche en un avión de Panagra, con destino a Ciudad de Panamá (Panamá), en donde actuaría durante 3 días, luego de lo cual, se dirigió a la ciudad de Barquisimeto, capital del Estado Lara en Venezuela, a donde arribó a las 2:00 de la tarde a bordo de una nave de la línea Aeropostal en el Aeropuerto Garabatal.