1954, en la pantalla de plata de las salas cinematográficas de México se proyectaba la película “Cuidado con el amor”, dirigida, escrita y producida por Miguel Zacarías. La cinta se estrenó el 8 de diciembre de 1954. La trama se centra en el personaje llamado Salvador Allende, quien acompañado por dos amigos, a los que llama tíos, llega a la feria del pueblo y gana una apuesta cuyo premio es una casa; sin embargo, el inmueble ya está habitado por una joven, Ana María, y su madre, generándose una serie de enredos, propios de las comedias mexicanas, que concluyen en un feliz desenlace.
La cinta, filmada en blanco y negro, tiene una duración de 93 min, y sirvió, una vez más, para el lucimiento del máximo-ídolo-de-la-canción-vernácula-mexicana, Pedro Infante, en esta ocasión acompañado por la guapísima actriz Elsa Aguirre.
El elenco de la película estuvo integrado por
ACTOR/ACTRIZ PERSONAJE
Pedro Infante Salvador Allende
Elsa Aguirre Ana María
Fanny Schiller Isabel
Emma Roldán Chona
Maruja Grifell Rosalía
Matilde Sánchez “La Torcasita”
Oscar Pulido Felipe Ochoa
Eulalio González Serafín Estrada
Arturo Soto Rangel Don Hilario
Ivonne Adoree Carolina
Carlos Álvarez Bravo Nicasio
Luis Mussot Dr. Sandoval
Francisco Pando Cantinero
Miguel Suárez Esteban
Los productores fueron Miguel Zacarías y Antonio Matouk; la música descriptiva corrió a cargo de Manuel Esperón; la cinematografía fue realizada por Raúl Martínez Solares; la edición fílmica y corte por José W. Bustos; el diseño de la producción fue encargado a Javier Torres Torija, quien también fue responsable del departamento de arte; Cirilo Rodríguez y Mario Diver fueron los operadores de la cámara; el supervisor de sonido fue James L. Fields; la regrabación, Galdino Samperio; el editor sincrónico, Antonio Bustos; los efectos especiales realizados por Jorge Benavides; y Gloria Mestre, montó la coreografía. Se filmó en los Estudios y Laboratorios Churubusco-Azteca.
En la cinta se interpretaron las canciones “Cien años”, asignada sólo a la autoría de Rubén Fuentes; “Si tú me quisieras” de Alberto Cervantes; “Serenata Huasteca” de José Alfredo Jiménez; “Ifigeño el sombrerudo” de Severo Mirón y “Corrido de Agustín Jaimes” de Dominio Público.
Fotograma del filme “Cuidado con el amor”, donde, además de Pedro Infante, aparecen, de izquierda a derecha: Oscar Pulido, Eulalio González “Piporro” y Emma Roldán. http://proyeccioncinema.blogspot.mx/2013/10/video-de-pedro-infante-y-blanca-estela.html
Ya había quedado atrás el año de 1938, cuando Ernesto Belloc, entonces director artístico de la XEB, había dicho al joven José Pedro Infante Cruz, quien buscaba ocupar un lugar en el mundo artístico, que tenía una voz muy nasal, con vicios de dicción y era desentonado en las notas agudas; sin embargo, su tesitura de tenor, era sobresaliente; la recomendación fue que siguiera dedicándose a la carpintería porque para el mundo del espectáculo no tenía facultades.
Y muchos años más habían transcurrido desde aquel 18 de noviembre de 1917, en Mazatlán, Sinaloa, cuando viera la primera luz el “Ídolo de Guamúchil”, a las 02:30 de la mañana, en el hogar formado por el músico y violinista Delfino Infante García (Acaponeta, Nayarit) y María del Refugio Cruz Aranda (El Rosario, Sinaloa); aunque también se ha dicho que Pedro Infante pudiera haber nacido el 22 de diciembre de 1917. “Pues verá mi cuate: nací en Mazatlán, pero salí muy escuincle de la tierra de los venados y fui a vivir a Guamúchil, a donde me llevaron mis padres, ya cerca del ingenio azucarero de Los Mochis”, dijo Pedro en alguna ocasión (citado en MONSIVÁIS, Carlos. Pedro Infante. Las leyes del querer. Aguilar/Raya en el agua. México 2008. p. 47).
Los abuelos paternos de Pedro fueron Eleno Infante y Sinforiana García, y los maternos Domingo Cruz y Catalina Aranda. El matrimonio Infante Cruz tuvo quince hijos, de los cuales sólo sobrevivieron nueve, incluido Pedro quien ocupó el cuarto lugar: Ángel, María Concepción, José Delfino, María del Carmen, María del Consuelo, María del Rosario, María del Socorro y María del Refugio. El domicilio familiar en Mazatlán era Camichín 508.
En aquellos tiempos, apenas México se estaba conformando tras una cruenta lucha de siete años (llamada Revolución Mexicana), cuyo fruto sería la promulgación de la Carta Magna de 1917, pionera en el mundo; por tal motivo, las condiciones económicas de la población eran precarias; la modernidad aún no se vislumbraba en el horizonte de este país que era eminentemente campesino. La familia Infante Cruz, buscando mejores condiciones de vida, recorre la región “en busca de la tierra prometida”: Guasave, Mazatlán, Guamúchil, El Rosario, Guamúchil. Se dice que a los 11 años de edad, Pedro se vio afectado por la poliomielitis.
Viviendo en Guamúchil, para ayudar al sostenimiento de la familia, mientras el padre andaba de gira con alguna orquesta, la madre confeccionaba prendas de vestir. Pedro Infante decía que su primer empleo fue mandadero en la Casa Melchor, en Guamúchil, en la cual se expendían productos agrícolas; su salario, $15.00 mensuales; debido a su carisma, llegó a desempeñar el cargo de jefe de todos los mandaderos de esa casa comercial. Casi al mismo tiempo, se dedicó a aprender el oficio de la carpintería, bajo la dirección de Jerónimo Bustillos. Ejerció este trabajo de los 12 a los 19 años, aunque esta actividad la practicaría durante toda su vida (hacía gala que su recámara él la había hecho). Tiempo después, avecindado en El Rosario, trabajó como peluquero con Policarpo Lizárraga.
En Guamúchil estudió hasta el cuarto grado de primaria, porque el siguiente nivel no existía en esa localidad.
Yo no pude estudiar porque jamás tuve tiempo de ir a la escuela. Siendo aún niño tuve que enfrentarme a la vida. Por lo tanto, no poseo un lenguaje florido. Si de algo puedo ufanarme, aunque no lo hago, es de haber luchado siempre, de haber vencido a la miseria, de haber proporcionado a mis padres una vejez tranquila y de haber ayudado a mis hermanos, que era mi mayor ilusión. Pues, aunque esté fuera de tono, yo me precio de ser un buen hijo y de querer a los de mi sangre, como creo que debe ser. (citado en ibid. p. 51)
Tiempo después, Infante cambió su domicilio a Culiacán, donde su amigo Carlos Hubbard lo introduce en el mundo de la música.
Alrededor de 1933, junto con su padre, formó el grupo musical “La rabia”, con el cual recorría los cabarets de Guamúchil, cobrando diez centavos por cada pieza, acompañado con una guitarra que hizo junto con Jesús Bustillos, hijo de su maestro carpintero. Se había iniciado la carrera musical del ídolo.
Más tarde, se integró a una orquesta en Guasave, como baterista y violinista; lo acompañó su familia, pues su padre había sido contratado como director. Después, en 1937, en Culiacán, formó parte de la “Orquesta Estrella” (como cantante, violinista y baterista), asimismo, se presentaba en la radiodifusora local XEBN “La voz de Sinaloa”, de 1937 a 1939.
En 1934, Infante conoció a Guadalupe López (o Márquez), procreando, en 1935, a Dora Luisa Infante López (ibid, p. 52); sin embargo, sería su hermana María Concepción quien se encargaría de la niña.
El 30 de mayo de 1937 se conocen Pedro Infante y María Luisa León Rojas, en Culiacán. El encuentro se dio en una fiesta, sus miradas se cruzaron, diría la joven, para unirse para siempre. Sin embargo, sus familias se opusieron a la relación, la de Infante porque la mujer era ocho años mayor que Pedro, y la de León porque no veía en el joven un futuro prometedor. No obstante, se trasladaron a la ciudad de México, en busca de mejores oportunidades, hospedándose en un cuarto amueblado en la calle de Ayuntamiento. Entre las penurias, que fueron muchas, Infante conoció al ingeniero José Luis Ugalde, quien lo introdujo en la XEB. A pesar de un debut desastroso (“un rotundo fracaso”, diría Pedro; interpretó la canción “Consentida”; para la segunda audición seleccionó “Nocturnal”)), pudo participar, cada tercer día, en un programa cantando boleros y ganando dos pesos por emisión. La orquesta que lo acompañaba era dirigida por Joaquín Pardavé, el inolvidable “Don Susanito”.
María Luisa León y Pedro Infante. http://theguiltycode.com
Con el apoyo de un paisano suyo, Infante se presentó en un concurso de aficionados, en el Teatro Colonial, que se localizaba en el centro histórico de la ciudad, ganando el primer lugar, cuyo premio era un traje de charro que recibió de manos del cómico político Palillo; a la vez, sus presentaciones en la XEB se volvieron diarias, recibiendo tres pesos por programa.
El 19 de junio de 1939, Pedo Infante y María Luisa León contrajeron matrimonio civil. El matrimonio religioso de realizó en la Catedral Metropolitana el 1 de julio del mismo año. En el acta matrimonial se registró la ocupación de Pedro como “empleado” y María Luisa se “quitó” quince años. Pedro Infante vestía de charro y no asistieron familiares.
Durante 1940, Infante trabajó un mes en el cabaret Waikikí, recibiendo diez pesos al día, interpretando boleros; su indumentaria se la prestaba el ingeniero Ugalde; alternaba con sus presentaciones en la radiodifusora y como extra en algunas películas, ya que desde 1939 había hecho su debut, como extra, en el filme “En un burro tres baturros”, estelarizada por Joaquín Pardavé y Sara García; después participa en los filmes “El organillero” (1939) y “Puedes irte de mí” (1940). En ese entonces la pareja cambió su domicilio al Paseo de la Reforma. Llegaron sus presentaciones en el Hotel Reforma y sus interpretaciones tienen un “dejo” a Frank Sinatra: quiere ser un crooner. Asume la dirección orquestal y termina sus presentaciones con “Stardust”; se presenta diariamente, durante media hora, en la XEW.
En mayo de 1942, grabó para la empresa RCA Victor un acetato de 78 RPM que incluía dos boleros tropicales: “Guajira” y “Te estoy queriendo”, los cuales fueron archivados al no tener éxito. Sin embargo el inicio de su carrera discográfica estaba determinado y a Pedro Infante, le esperaba, abandonando su sueño de ser un crooner, el pedestal de llegar a ser el máximo-ídolo-de-la-canción-vernácula-mexicana y la inmortalidad, junto a las grandes glorias de la cultura popular de México.
Salvador Allende decide abandonar su pueblo natal en Sinaloa, en busca de mejores oportunidades; allí sólo se dedica a la música con un grupo de amigos. Su padre, don Esteban, le recomienda buscar a sus dos “hermanos”, Felipe Ochoa y Serafín Estrada, en los rumbos de Jalisco; los encuentra tras una partida de cartas.
Paseando los tres por la feria del pueblo, el rapacejo del rebozo de una joven, Ana María, se enreda en la botonadura del traje de charro de Salvador; después de soltarse la muchacha se aleja. Los “tíos” que han presenciado la escena, le dicen al muchacho que la siga, él responde que no porque es una mujer “decente”, ellos afirman lo contrario y los tres se dirigen a la cantina. Estando los tres departiendo, entra Ana María, como buscando a alguien; los tíos le dicen a Salvador que una mujer “decente” no entraría a ese lugar y le apuestan a que anda buscando un hombre. Salvador se acerca a ella y le dice que una mujer no puede estar sola en ese lugar; al convencerse de la veracidad de lo dicho por el joven, Ana María acepta tomarse un “refresco” con él. Para enterarse de lo que platican los muchachos, los tíos se acercan y bromean con la muchacha, cuando se acerca un hombre, guitarra en mano, y les ofrece interpretar una canción; Salvador reconoce a sus compañeros músicos. Les pide interpreten “Cien años”. El mariachi inicia la canción y se integra la voz de Salvador. Los encuadres al rostro de Ana María (Elsa Aguirre) destacan su belleza.
Al terminar la interpretación, los tíos mencionan la apuesta que hicieron y le preguntan a la muchacha si entró a la cantina buscando a un hombre, ella responde afirmativamente, lo que causa la molestia de Salvador, quien se levanta y se aleja. Ana María aclara a los tíos que a quien busca es a su papá, el cual lleva varios días sin llegar a su casa. Surge el equívoco entre Salvador y Ana María y los enredos entre la pareja.
Salvador (Pedro Infante) canta a Ana María (Elsa Aguirre) “Cien años, en la película “Cuidado con el amor”. https://www.pinterest.com.mx
La inmortal canción “Cien años”, si bien es adjudicada en los créditos iniciales de la película sólo a Rubén Fuentes, en realidad la escribió en coautoría con Alberto Raúl Cervantes González.
Rubén Fuentes Gassón nació en Ciudad Guzmán, Jalisco, el 15 de febrero de 1926. Desde muy joven recibió lecciones de violín de su padre, Agustín Fuentes. Continuó sus estudios musicales en Guadalajara, ingresando, posteriormente, al Mariachi Vargas de Tecalitlán, ya en la ciudad de México (1944), como intérprete, productor, arreglista y director musical, sucesivamente. Este último cargo, también lo desempeñó en la RCA Víctor, dirigiendo a grandes estrellas en los lejanos años 50 y 60 del siglo anterior. Recibió innumerables reconocimientos nacionales e internacionales, como el Grammy por “Ni princesa ni esclava”, en la voz de Vikki Carr, al igual que al producir el disco Canciones de mi padre, de Linda Ronstadt. El gobierno de su estado natal, asimismo, lo reconoció como Jalisciense Destacado, y el gobierno municipal de Ciudad Guzmán, como Hijo Preclaro y Predilecto.
Entre las 44 canciones que le grabó Pedro Infante, destacan: en coautoría con Rubén Méndez del Castillo, “Copa tras copa” y “Cartas a Ufemia”; con Alberto Cervantes,·”Ni por favor” y “Cien Años”; con Mario Molina Montes, “Muñeco de cuerda”.
Sus composiciones musicales y sus intérpretes son múltiples, baste recordar “Qué bonita es mi tierra”, “Luz y sombra”, “Escándalo”, “El despertar”, “Que murmuren”, “La Bikina”, y un largo etcétera. Es una de las glorias de la música popular mexicana.
Rubén Fuentes Gassón, quien diera a Pedro Infante canciones como “Cien años”, “Cartas a Ufemia”, “Flor sin retoño” y “Muñeco de cuerda”. http://vallartaopina.net/2016/02/29/s-gente-pv/el-inventor-del-mariachi-moderno/
Por su parte, Alberto Raúl Cervantes González nació el 9 de agosto de 1923, en la ciudad de Puebla, Puebla; sus padres fueron Otilio Cervantes Martínez y Josefina González Osorio. Sus primeras incursiones en el mundo artístico ocurrieron en 1838. Correspondió al inolvidable Pedro Vargas grabarle su primer bolero, “Mi gran amor”. En 1945 participó en la fundación del Sindicato Mexicano de Autores, Compositores y Editores de Música, desempeñándose, más tarde, como director artístico y ocupando varios cargos en la Sociedad de Autores y Compositores de Música. En 1949 ya incursionaba en las estaciones XEB, XEFO y XEW. Por otra parte, a petición de Pedro Infante, se introdujo en la composición y arreglos de boleros rancheros. Entre sus pasatiempos se encontraban el boxeo y el ajedrez. Sus principales composiciones son boleros rancheros, interpretados por personalidades como Pedro Infante y Javier Solís, entre otros; asimismo, compuso boleros norteños, como “No soy feliz”, “Dicen que tú”, y “Maltratada”, por ejemplo. El compositor murió en la ciudad de México, el 31 de octubre de 2001. Sus restos reposan en el Panteón Jardín, de la ciudad de México.
El compositor Alberto Raúl Cervantes González.
“Cien años” es uno de los mejores ejemplos de desamor: él sigue enamorado, mientras que ella ni siquiera se digna voltear a verlo, su indiferencia es total, peor que el odio; él apenas se atreve a musitar algunas palabras al verla, pero sus sentimientos y su inmenso dolor se niegan a salir, le impiden liberarse; él está convencido que ni desprecios merece de ella; sin embargo, y a pesar de todos los pesares, ella sigue unida a él, aunque lleguen a vivir Cien Años, toda la vida y hasta la eternidad.
Hoy que estamos festejando los cien años del natalicio de “Pedrito” Infante, nada mejor que desempolvar los viejos acetatos, o si ya no los encontramos, tomar la espléndida caja de grabaciones del “Ídolo de Guamúchil”, que se editara en 2007 (20 CDs con todas sus grabaciones de 1942 a 1956), colocar el disco que contiene “Cien años” en el aparato reproductor, bajar la intensidad de la luz de la habitación, dar un trago a un buen vino y dejar que las notas musicales y la voz del más grande ídolo musical de México entren en nuestro cerebro para evocar los amores idos, con el agridulce sabor de la nostalgia y con el ligero dolor que deja un naufragio sentimental.
Cien Años
Pasaste a mi lado
Con gran indiferencia
Tus ojos ni siquiera
Voltearon hacia mí.
Te vi sin que me vieras
Te hable sin que me oyeras
Y toda mi amargura se ahogó
Dentro de mí.
Me duele hasta la vida
Saber que me olvidaste
Pensar que ni desprecios
Merezca yo de ti.
Y sin embargo sigues
Unida mi existencia
Y si vivo cien años
Cien años pienso en ti
Pasaste a mi lado
Con gran indiferencia
Tus ojos ni siquiera
Voltearon hacia mí.
Te vi sin que me vieras
Te hable sin que me oyeras
Y toda mi amargura se ahogó
Dentro de mí.
Me duele hasta la vida
Saber que me olvidaste
Pensar que ni desprecios
Merezca yo de ti
Y sin embargo sigues
Unida mi existencia
Y si vivo cien años
Cien años pienso en ti
¡Hasta la próxima!
COLOFÓN. Para todos los interesados, aquí les dejamos la filmografía de Pedro Infante:
- Así era Pedro Infante (1963) él mismo (documental)
- Escuela de rateros (1956) Víctor Valdés/Raúl Cuesta Hernández
- Tizoc (Amor indio) (1956) Tizoc
- Pablo y Carolina (1955) Pablo Garza
- El inocente (1955) Cutberto Gaudázar, “Cruci”
- La tercera palabra (1955) Pablo Saldaña
- Escuela de música (1955) Javier Prado
- El charro inmortal (1955) él mismo (documental)
- Los gavilanes (1954) Juan Menchaca
- Pueblo, canto y esperanza (1954) Lencho Jiménez (episodio mexicano)
- La vida no vale nada (1954) Pablo Galván
- Escuela de vagabundos (1954) José Alberto Medina
- El mil amores (1954) Bibiano Villarreal
- Cuidado con el amor (1954) Salvador Allende
- Gitana tenías que ser (1953) Pablo Mendoza
- Reportaje (1953) Edmundo Bernal
- Sí… mi vida (1952) intervención musical
- Había una vez un marido (1952) intervención musical
- Pepe el Toro (1952) Pepe “El Toro”
- Ansiedad (1952) Rafael Lara/Rafael hijo/Gabriel Iturbe y Valdivia
- Dos tipos de cuidado (1952) Pedro Malo
- Los hijos de María Morales (1952) Pepe Morales
- Por ellas aunque mal paguen (1952) intervención musical
- Ahora soy rico (1952) Pedro González
- Un rincón cerca del cielo (1952) Pedro González
- El enamorado (1951) Martín Corona
- Ahí viene Martín Corona (1951) Martín Corona
- ¡¿Qué te ha dado esa mujer?! (1951) Pedro Chávez Pérez
- T. M. A toda máquina (1951) Pedro Chávez Pérez
- Necesito dinero (1951) Manuel Murillo
- Las mujeres de mi general (1950) general Juan Zepeda
- El gavilán pollero (1950) José Inocencio Meléndez “El Gavilán”
- Las Islas Marías (1950) Felipe Ortiz Suárez
- También de dolor se canta (1950) Braulio Peláez
- Sobre las olas (1950) Juventino Rosas
- No desearás la mujer de tu hijo (1949) Silvano
- La oveja negra (1949) Silvano
- La mujer que yo perdí (1949) Pedro Montaño
- El seminarista (1949) Miguel Morales
- Dicen que soy mujeriego (1948) Pedro Dosamantes
- Ustedes los ricos (1948) Pepe “El Toro”
- Angelitos negros (1948) José Carlos Ruiz
- Los tres huastecos (1948) Lorenzo Andrade/capitán Víctor Andrade/padre Juan de Dios Andrade
- Cartas marcadas (1947) Manuel
- Nosotros los pobres (1947) Pepe “El Toro”
- Soy charro de Rancho Grande (1947) Antonio Aldana o Paco Aldama
- La barca de oro (1947) Lorenzo
- Vuelven los García (1946) Luis Antonio García
- Los tres García (1946) Luis Antonio García
- Si me han de matar mañana (1946) Ramiro
- Cuando lloran los valientes (1945) Agapito Treviño “Caballo Blanco”
- Escándalo de estrellas (1944) Ricardo del Valle y Rosales
- Mexicanos al grito de guerra (Historia del Himno Nacional) (1943) teniente Luis Sandoval
- ¡Viva mi desgracia! (1943) Ramón Pineda
- El Ametralladora (1943) Salvador Pérez Gómez “El Ametralladora”
- Cuando habla el corazón (1943) Miguel del Campo
- Arriba las mujeres (1943) Chuy
- La razón de la culpa (1942) Roberto
- Jesusita en Chihuahua (1942) Valentín Terrazas
- La feria de las flores (1942) segundo amigo
- Puedes irte de mí (1940) director de orquesta (cortometraje)
- El organillero (1939) organillero (cortometraje)
- En un burro tres baturros (1939) extra