Antes de comenzar el trauma de todos los lunes quiero ofrecerle mis más sinceras disculpas por mi desaparición de estas últimas semanas: debo confesarle que después de unos días llenos de adrenalina, emoción y ese sentimiento hermoso y desconocido de concretar sueños, mi cerebro quedo en Off.
¿A poco no se siente poca madre cuando uno cumple un sueño, por más “pequeño” que parezca? Por ejemplo: hace algunas semanas me entregaron mi depa (aunque apenas viene lo bueno), fui a 2 conciertos de artistas que admiro y que forman parte del soundtrack de mi historia, logré cristalizar un sueño que parecía imposible pero que gracias a los Espitirus del Cielo y a mi “tenacidad” se quedará como uno de los mejores momentos de mi vida… Y esta columna también forma parte de esas locuras que significan tanto (aunque a veces no lo vea tan claro).
Porque no me dejarán mentir… Soñar es hermoso pero vivirlo, palparlo, disfrutarlo es de las mejores sensaciones que podemos experimentar durante el andar por este camino. Mucha gente no estará de acuerdo conmigo porque dirá que soñar no sirve de nada, que eso a lo que llamamos vida no tiene más para ofrecer y que debemos aceptar “lo que Dios o el destino nos da”… Pero lamento informarle que la vida es más allá de lo que vemos: es padre tener ilusiones, anhelos, “sueños guajiros” y buscar la forma de concretar, de demostrarse a uno mismo que tiene la capacidad y la fortaleza para pelear por lo que quiere obtener.
A veces son cosas pequeñas pero que encierran un deseo enorme, o cosas tan grandes que parecieran imposibles de alcanzar pero estoy segura que si uno se pone los pantalones o las faldas en su lugar, puede ver realizado su mayor anhelo (y no, no es canción de Banda)… Así que un día cuando su stress, su vida Godin, su rutina o lo que quiera que usted haga se lo permita, siéntese a pensar en que es lo que más desea: ya sabemos que la salud, el bienestar y el amor propio son prioridad pero dejando eso de lado (solo tantito) piense acaso es una casa, un coche, bajar de peso, conseguir un mejor trabajo, un viaje o porque no una pareja ¿Qué es aquello que desea? Y cuando tenga claro el objetivo, cuando por fin lleguemos a la bonita conclusión que eso es lo que le hace falta para tener un motivo extra de felicidad, analice detenidamente que debe hacer para verlo concretado.
O sea si, esta chingon que se visualice y quiera todo a la voz de YA, pero no se haga pato y también ponga de su parte para lograrlo… Como dice un dicho “A Dios pidiendo y con el mazo dando” (o algo así). Le aseguro que la sensación que uno experimenta al final del recorrido te deja con ganas de más… Así que solo hágalo!! Ya nos contara después que tal le fue.