Cuantos de nosotros no tenemos un ángel en el cielo, bueno en mi caso tengo muchos ángeles que me cuidan y guían aun en la distancia, pero el más grande ángel lo tengo conmigo día a día.
Quien hubiera pensado que después de todo lo que pasamos, dijimos y sobre todo hicimos, él seguiría dándome sus mejores consejos, para vivir la vida con una conciencia tranquila, para soñar con los pies en la tierra, para ver la vida desde otra perspectiva y sobre todo, para tener bien claro el objetivo.
Tal vez en situaciones del amor, no sea su fuerte pero, ¿quién sabe de amor? Nuestro tema de hoy es aquel ángel que nos cuida, nos sapea, o simplemente nos encamina para que tomemos nuestras propias decisiones, porque como bien lo dice: “yo, podré mostrarte el camino y decirte cual es la respuesta idónea; pero, quien toma las decisiones, eres tú”…
A lo largo de mis primeros 24 años, mi ángel había sido disminuido a solo “una persona que me llevaba y traía de la escuela,” después de cierto acontecimiento que marcó una diferencia entre quien soy y quien fui, éste personaje reapareció en mi vida, tomando auge cada vez más fuerte, aconsejándome, guiándome por el sendero de la cordialidad y sobre todo del respeto.
En los últimos 8 años que llevamos juntos, él me ha inculcado, entre muchas otras cosas, esos valores que tenía “perdidos”, ha despertado en mi esas ganas de ir por mas, de sobre salir, de ver que hay más allá (no porque no lo tuviera sino, porque pertenecía al ciclo de la inmediatez), de ver que tus sueños pueden materializarse, simplemente con poner un poco de ímpetu, dedicación, constancia, con la firme convicción de que eres, lo que tú quieres ser.
Él, es una persona que en sus ayeres, siempre tuvo que trabajar, por no quedarse rezagado, y simplemente por no tener los medios para solventarse la escuela, proviene de una familia de escasos recursos que, si bien no le faltaba para comer, sus ganas de aprender eran limitadas.
Zapatero quien, como oficio lo ha desempeñado durante más de 45 años, se ha casado, ha tenido un par de niños a quienes no les faltó lo básico indispensable para cubrir sus necesidades escolares, él es viudo, él terminó la secundaria, sus ganas de aprender a bailar danzón le hicieron inscribirse en grupos de baile, e inclusive ganar certámenes, también se inscribió a la Educación Media Superior y culminó a sus más de 60 años dicho reto impuesto por él mismo.
Es una persona que ha viajado, con su ánimo de conocer, vivir, sentir, amar, y crecer como ser humano, ha estado actualizándose día a día como todo trabajador de la rama médica, quizá nunca está en casa, pero siempre lo vas a ver con una sonrisa y un gran ánimo para salir adelante, gente que le conoce o que le llama, siempre se ha expresado increíblemente bien de él.
Tengo el gusto, honor y amor de presentarles a mi padre, quien con todo lo que he escrito en estas 498 palabras me inspiran a seguir estando plenamente orgulloso de ÉL , quién ha dejado de ser solamente “una persona que me llevaba y traía de la escuela” para convertirse en mi razón de seguir adelante, luchando, escalando, con la curiosidad de saber qué hay más allá, pero con la firme convicción de que no podemos perder el piso; desconozco como se sentirá el orgullo de un padre a su hijo pero, el orgullo de tener un padre como el mío, es simplemente sublime.
Gracias papá, por enseñarme cada día que “nada es antes, nada es después, todo a su debido tiempo”.
¡Feliz día del padre, hoy y siempre!