Hoy los mexicanos amanecimos con la mente llena de recuerdos, y no precisamente de esos que pintan sonrisas, todo lo contrario, recuerdos de una mañana que cubrió de gris a la capital del país.
Fue el jueves 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 horas que un sismo con magnitud de 8.1, se dejó sentir en las costas del océano pacífico, con epicentro en el estado de Michoacán, el sismo afectó la zona centro, sur y occidente del país, aunque sin duda alguna fue la Ciudad de México la más afectada.
Para nosotros como mexicanos ha sido repetitivo leer cada año una columna sobre las desgracias que el sismo dejó a su paso, con una cantidad lamentable de muertos y desaparecidos, con edificios históricos devastados, hospitales llenos de heridos y el pánico inundando cada uno de los hogares; sin embargo, a 30 años de haber vivido tan lamentable tragedia, México se ha posicionado como uno de los países con instituciones de protección civil con la más alta capacidad de reacción ante eventos de ésta índole.
La lección fue dura de aprender, se perdieron muchas vidas, y no es para más, la Ciudad de México se encuentra en una zona altamente sísmica, sin embargo, me atrevo a decir que después de tan solemne tragedia, lo aprendido ha dado frutos, se crearon una serie de medidas e instituciones especializadas para la atención de la sociedad en caso de desastres.
En primera instancia, fue a raíz del terremoto que se crearon las bases de lo que hoy conocemos como Sistema Nacional de Protección Civil, un conjunto de estructuras, métodos y procedimientos que establece el sector público junto con las organizaciones de grupos voluntarios, sociales, privados, etc, a fin de efectuar acciones destinadas a la protección de la sociedad civil en la presencia de un desastre.
Por su parte, si bien ya existía, fue hasta después de 1985 que el Servicio Sismológico Nacional recibe en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México, la Red Sísmica de Apertura Continental (RESMARC) que se había desarrollado dentro de la universidad.
La Brigada de Rescate Topos de Tlatelolco fue también una asociación civil creada después del terremoto, iniciando como un grupo de voluntarios que trabajaron coordinadamente en las acciones de búsqueda y rescate de víctimas después de la tragedia; fue hasta febrero de 1986 que se constituyó legalmente dicha asociación. Actualmente es una organización que cuenta con menos de 200 miembros voluntarios, ha participado en labores de rescate no sólo en México, sino en el mundo, tal fue el caso del terremoto en Haití en el año 2010. Dicha asociación mantiene una convocatoria activa para formar parte de sus filas a través de su página http://www.topos.mx/
Hoy recordamos la tragedia ocurrida hace 31 años no solo entristeciendo nuestra memoria, sino también reconociendo que a raíz de esos acontecimientos hoy México, y en particular la Ciudad de México, cuenta con un amplio conocimiento de protección a la población en caso de desastre, además de recordarnos que en ningún caso estamos exentos de los eventos de la naturaleza, sin embargo, si somos responsables de la manera en que actuamos ante ellos.