Que difícil es desprenderse de una persona, en mi caso es muy difícil porque no puedo olvidar su aroma, sus gestos, su risa, su forma de enojarse, todo.
No es que lo quiera hacer pero, hay cosas que deben seguir y, creo que yo no he querido seguir.
Me he quedado con la idea, de que toda la gente que amo, se va, muere o simplemente se aburre de mi. Es la idea que tengo, quizá por eso es que trato de no relacionarme con nadie.
Ya se son traumas, pero cuando haz perdido en lo que va de 30 años aproximadamente, a muchas personas, te quedas con esa idea de “habré hecho algo mal!?”
Debo decirlo, y no quiero sonar dramático pero, a cuantas personas que han muerto, no les han quedado ganas de decirle el “te amo” que todo mundo dice cuando sucede algo inesperado.
Bueno, yo soy una de ellas. Mi madre murió hace 8 años, y aun no me olvido el último día que estuve con ella, estábamos en el hospital mi hermana y yo, mientras mi hermana estaba con ella diciéndole que todo estaría bien, yo lloraba en una esquina, en el suelo de la habitación, intentando rezar y bajar a todo el cuadro celestial para que no pasara lo inevitable. Les juro que no dejo de recordar esa escena, quién en su sano juicio desearía que su mama muriera!? Yo, no.
Si, soy muy egoísta, por desear, suplicar y rogar que no muriera. Solo quería que me viera llegar alto, me hubiera gustado que me felicitara al día de mi cumple como cada año con las “mañanitas” a todo volumen, para despertar a media cuadra, que al desayunar nos tardáramos horas platicando de cualquier cosa, que me viera comprarme mi coche, o mi casa y que me consolara porque me quedaré calvo, que me diera consejos de como ser sutil con la gente, “porque a la larga, nunca sabes lo que necesitarías de la gente…”, que me hiciera piojito, después del trabajo o me solapara mis gustos.
Y así me podría pasar toda la noche, hablando de ella, pero ya no está hoy a años luz de volverla a ver, solo me queda eso, el recuerdo de que ella existió, y mientras unos están bebiendo por la Independencia de nuestro país, o esperando el día feriado; para mi, como cada año desde 2007, se me hace un nudo en la garganta al no poder reír como los demás, al querer estar solo, triste porque ya no está y pensando: “que pude haber hecho mejor!?”
Informando a la gente que se cuide, que cuiden a su familia, a sus padres que los valoren, porque no sabemos cuanto tiempo estarán con nosotros o, viceversa.
No saben lo que daría por abrazarla una vez mas, decirle cuanto la amo y nunca dejarla ir. Pero eso ya no es posible, ella se fue y ha dejado a su creación aquí, a vivir, como ella me ha educado, dando lo mejor de mi como ella así lo indicó, luchando contra todo y defendiendo mi pensar.
Hoy a 8 años de la muerte de mi Madre, solo puedo decir Te amo y gracias; yo invito a quien sea que lea esta nota, a abrazar a sus padres, a no querer soltarlos, a decirles que los aman y a agradecer quien son ahora, pues son su vivo ejemplo.
En Memoria a Concepción Alpide Lozano, madre, amiga y confidente.
1 de Marzo de 1953 – 15 de Septiembre de 2007