Los últimos días han sido de quebrarme la cabeza: cuestione a los espitirus del cielo el porqué de su aparición (mínima por cierto) y gracias a esta rolisima de Santiago Cruz llegué a una bonita y clara determinación: ÉL SIEMPRE SERÁ UN MONUMENTO A LA MEMORIA DE MIS SENTIMIENTOS…
En resumidas cuentas: comprendí que el amor por ese alguien especial no termina, simplemente se transforma… Llega un momento en el cual las canciones, los lugares, los momentos dejan de tener fuerza y decides continuar. Un día ves el horizonte claro y entiendes que hay un camino que puedes disfrutar con libertad.
No es un proceso fácil, no es de “enchílame esta gorda”… Pero si tiene que ver lo realistas que podamos llegar a ser: en muchas ocasiones mantenemos el dedo en la llaga simplemente porque nos gusta hundirnos en nuestro hoyito de dolor y conmiseración (hey, yo estuve ahí) y solo aplazamos lo inevitable.
Después de meses de berrear como vaca en el matadero, de cuestionar mi sanidad mental, mi estética y en cierto grado mi inteligencia comprendí que el amor no puede vivir en el corazón de una sola persona… Que un día, después de tanta locura y pentontez, aceptas que las historias tienen un punto final.
Y como dice mi querido Santiago Cruz: “Tengo que hacer las paces con tu imagen para poder seguir adelante… O al menos comprender que te volviste imborrable, que vas acompañarme en cada paso como pieza de todo mi equipaje…Cuanto más pronto acepte es más fácil decir”
Si le confieso la neta del planeta, siempre he pensado que él tendrá una parte enorme de mi corazón y un lugar privilegiado en mis recuerdos pero el tiempo no se detiene: a veces guardamos una pequeña ilusión, una plegaria recurrente, un anhelo sincero que no siempre se puede cumplir… Y dejamos pasar de largo la vida, esa que es solo 1 y que se debe vivir al máximo.
Así que como consejo no pedido pero siempre bien agradecido, póngale atención a la letra de la rolita, analice muy bien si usted también tiene un monumento que le recuerde a alguien… No se arrepienta de lo vivido, de lo que aprendió o de esas ilusiones que tuvo pero que jamas se pudieron cumplir. Tal vez en un futuro no muy lejano todo se equilibre y comience de 0, aprenda que las caídas son fuertes pero que siempre es más fuerte aquel que se levanta y continua.
Todo es válido, siempre y cuando no traicione lo más importante que tiene… y que obviamente es usted mismo!!