Dicen en mi pueblo que una cosa es ser buena persona y otra que lo crean pendejo… Y perdónenme si la palabra les ofende pero en el fondo de su ser saben que es verdad. Durante días analicé ciertas “situaciones” y llegue a la conclusión que el valiente (o séase el aprovechado) vive hasta que el cobarde (o sea el pentonto) quiere.
A ver chavos, una cosa es echar la mano cuando la situación del susodicho no sea la más óptima y otra totalmente diferente es que ya vean como obligación y se enojen por no darles las cosas a la primera de cambio. Neta eso a mí me caga!!
Tal vez con esto que escribo eche en mi costal a más admiradores confundidos que me odien por decir abiertamente lo que pienso o lo que siento (hiero susceptibilidades a la primera) pero es real: podemos darles la mano una vez, dos veces pero ya después me parece que lo agarran de cotorreo. Y lo peor es que cuando lo expresamos, se hacen los dignos y nos mandan por un tubo.
Siempre he pensado que cuando uno tiene la posibilidad de apoyar a la gente, pues lo hace de corazón y sin esperar retribución a cambio… Viéndome algo teológica: que tu mano izquierda no vea lo que hace la derecha (o algo así), pero a veces no sabemos en realidad a quien estamos ayudando.
Recuerde que NO ES SU OBLIGACION salvar a todo ser humano que se acerque para pedir ayuda, usted está en todo el derecho de decir NO por las razones que le parezcan convenientes: hasta no querer es válido… Tal vez muchos no estén de acuerdo con lo que aquí les menciono pero en mi caso personal les puedo decir que dar todo no siempre es bueno, porque cuando uno comienza a verse un poquis egoísta, la gente piensa que somos los hojaldras jijos del maíz que dejaron de ser “chévere”.
También no digo que usted endurezca su corazón y le valga un soberano sorbete lo que al prójimo le suceda pero encuentre un equilibrio en esa parte: aprenda muy bien a discernir entre la gente que lo utiliza descaradamente y esas personitas que realmente necesitan la mano amiga y que sin pedirlo sabrán regresarle el favor cuando menos lo espere.
Todos somos bastantes perspicaces para saber qué onda con las personas con las cuales tenemos interacción: solamente le pido de favor que no caiga en errores que pudieran traerle problemas; recuerde que no tiene por qué quedar bien con nadie más que consigo mismo y sea libre de utilizar las palabras SI y NO cuando lo considere conveniente.
Le daré un consejo aunque no me lo hayan pedido: siéntase con toda la confianza del mundo para expresar su sentir… Porque la vida me ha enseñado que las personas que realmente lo valoran, permanecerán a su lado, las demás serán huellas que se borraran con el paso del tiempo… Y no se tome tan personal lo que puedan decir (duele pero las cosas de quien viene) ya sabe que cuando no nos dejamos, somos los peores humanitos del mundo. Sonría y disfrute de la vida, que el tiempo es corto y JAMAS se detiene!!