Los sismos registrados en México durante el mes de septiembre sin duda nos han dejado grandes aprendizajes a todos como ciudadanos, pero ¿Qué hay de esos que los emprendedores nunca deben olvidar?
La contingencia registrada tras el sismo del 19 de septiembre nos dio una muestra de que nadie está exento de vivir una desagradable experiencia con estos fenómenos que están fuera de nuestro alcance, es algo que escapa de cualquier control que podamos tener, simplemente no existe uno que haga frente a semejantes situaciones, pero si bien es cierto que no hay algo que nos ayude a controlarlo, si podemos establecer mecanismos que como emprendedores no debemos perder de vista ante dichas situaciones.
- Corrobora que todas las instalaciones de tu oficina o establecimiento se encuentren en perfectas condiciones, no pidas a tus colaboradores regresar de inmediato sin una revisión exhaustiva del lugar.
- Maten visibles las señalizaciones de áreas de menor riesgo.
- Cumple con la legislación en materia de establecimientos públicos u oficinas sin necesidad de caer en actos de corrupción.
- Capacita a tus colaboradores para brindar primeros auxilios, nunca sabes cuándo serán necesarios.
- Organiza brigadas de apoyo para las familias de tus colaboradores afectados y el resto de la comunidad donde estás establecido.
- Haz una lista de posibles afectaciones entre las familias de los empleados y organiza formas de apoyo, en esos momentos se necesitarán.
- Por varios días será el tema de conversación entre tus colaboradores, permíteles que expresen libremente su opinión.
- Haz una evaluación de lo sucedido y crea planes de acción en torno a ello, no olvides que todo es perfectible.
- Forma un programa de simulacros con mayor frecuencia, la práctica hace al maestro.
Y por último:
- No olvides que no hay activo más valioso que la vida, valórala tal cual y no pongas en riesgo la tuya ni la de tus colaboradores.
Aunque se muestra un listado, en realidad no hay mejor recomendación que se resuma en cumplir con la ley, ser empático con los colaboradores y, por su puesto, ser consciente de que son sucesos de los cuales no estamos exentos.