Sucedió hace casi un siglo y el encargado de promoverla fue George “Ted” Rickard, el promotor de box más famoso de esa época, quien varios años antes, había organizado otra pelea del siglo que tuvo como protagonistas a Jack Johnson y Jim Jeffries.
A esta pelea se la promovió como la PELEA DEL SIGLO y tuvo como protagonistas a Jack Dempsey (William Harrison Dempsey su verdadero nombre), el indiscutido campeón mundial de peso pesado de nacionalidad estadounidense, y a su retador el francés Georges Carpentier, que contaba con 27 años de edad, y que para entonces era todo un veterano del cuadrilátero, ya que empezó a pelear como profesional a la temprana edad de 14 años. Fue campeón de su país y de Europa en las categorías welter, mediano, semipesado y pesado.
Jack Dempsey, a su vez, llegaba a la promocionada pelea con 26 años de edad recién cumplidos, después de haber conseguido hacerse de la corona de los pesos pesados dos años antes, en que destronaría al también estadounidense Jess Willard, a quien derrotó por KO al tercer round el 4 de julio de 1919, y defender exitosamente su corona en dos ocasiones.
‘Ted’ Rickard no escatimó esfuerzos para concretar la pelea. Invirtió 800 mil dólares en la construcción de la Arena Boyle’s Thirty Acres, que serviría de escenario del combate, con un aforo para más de 90 mil personas, que el día de la pelea fue totalmente copado por los aficionados al box, quienes pagaron desde 5.50 hasta 50 dólares por sus asientos, para dejar una taquilla de US$1’789,238 (Un millón Setecientos Ochenta y Nueve Mil Doscientos Treinta y Ocho Dólares Americanos), monto nunca antes alcanzado por combate alguno.
Como se dijo líneas arriba, fue la primera vez que se transmitía por radio un evento deportivo, y tuvo que ser una pelea de box, la que diera inicio a este rentable negocio, correspondiéndole tal honor a la radioemisora WJY y a sus comentaristas Major Andrew White y J.O. Smith, luego que Ted Rickard llegara a un acuerdo económico por los derechos de transmisión.
Para lograr transmitir en directo la pelea, la WJY tuvo que superar las dificultades técnicas que se presentaron en el camino y, entre ellas, el escaso alcance de la emisión que era apenas de 500 kilómetros a la redonda, pero, qué en la práctica, era suficiente para transmitir a todo New York, lo que propició que muchos teatros y salas de baile se llenaron para escuchar la radio.
La pelea, que venía a representar para Jack Dempsey la tercera defensa de su corona, y para Carpentier la primera pelea por un título mundial, se realizó el sábado 2 de julio de 1921. En la pesada oficial de los púgiles se registraron 188 libras (85.275 kgs) para Jack Dempsey y 172 (78.01 kgs) para Georges Carpentier. La diferencia en el peso era de un poco más de 7 kilos a favor del campeón.
La llamada Pelea del Siglo transmitida por radio, apenas duró cuatro asaltos, ya que en los primeros minutos del que sería el último round, Dempsey alcanzó a colocar un sólido golpe con su mano derecha a la mandíbula de Carpentier, mandándolo a la lona por primera vez, de donde se levantó el francés rápido a la cuenta de ocho, para ser nuevamente conectado y esta vez, caer a la lona y escuchar la fatídica cuenta de 10 segundos sin poderse incorporar a pesar del enorme esfuerzo que hiciera para lograrlo.
Jack Dempsey, como campeón reinante recibió una bolsa de 300 mil dólares, mientras que su retador, Georges Carpentier, percibió 200 mil dólares. Ambos púgiles tuvieron acceso al 25% de las ganancias generada por los derechos de transmisión. Las bolsas que obtuvieron ambos púgiles fueron récords inimaginables para esos años. Después de conocido los ingresos generados por la pelea, y de ver abarrotada la arena de box, George Rickard, el avezado promotor de la primera pelea transmitida por las ondas radiales, se lamentaba de no haber duplicado el valor de las entradas, para obtener una mayor ganancia.
Por ese entonces, en varios estados de la Unión Americana se había prohibido el boxeo, pero a raíz de la pelea, se abrirían las puertas para la anulación de su prohibición, lo que comercialmente, representó un gran logro, pues otras ciudades servirían como sedes de futuros espectáculos boxísticos.
De ‘Ted’ Rickard puede decirse que fue un empresario visionario, que entendió que el box era un deporte que tenía una gran multitud de fanáticos dispuestos a pagar los montos fijados para el espectáculo, y que tuvo el acierto de convertir los combates en eventos sociales y deportivos.
Por último, nos resta decir, que una vez concluida la pelea, tanto Dempsey como Carpentier, demostraron tener una gran calidad humana y un gran apego a su familia, ya que utilizando el servicio telegráfico, con sendos telegramas se comunicaron con sus familiares para informarles sobre lo acontecido en el ring.
Georges Carpentier se comunicó con su esposa, Georgette Elsasser que se encontraba en París, en estos términos: ‘He sido batido limpiamente por un hombre que era demasiado fuerte para mi. No lesiones ni en la cara ni en el cuerpo. No te preocupes. Te cablearé más tarde con mis planes. Amor’
A su vez, Jack Dempsey le enviaría un telegrama a su señora madre, Cecyle Dempsey, que se encontraba en Salt Lake City (Utah) con el siguiente tenor: ‘Querida madre. Gané en el cuarto asalto. Recibí tu correo. Estaré en casa lo más pronto posible. Amor y besos’. Después de la histórica pelea que sostuvieran en New Jersey, Jack Dempsey y Georges Carpentier, construyeron una sólida y fiel amistad que perduró por muchos años, habiéndose reunido en innumerables ocasiones en el restaurante que Dempsey tenía en Manhattan, en donde solían encontrarse dos veces al año.