El 16 de abril de 2015 es el día en que uno de los hombres que más admiro cumpliría 126 años. Mi admiración hacia el viene desde que tenía 7 años, aún recuerdo esa representación teatral infantil donde el personaje principal era un mimo caracterizado como Charles… no se si haya sido el día, la hora o simplemente la situación pero la obra me dejo con un buen “sabor de boca”…
Años más tarde, quizá como a los 13 años, acompañé a uno de mis tíos a la extinta tienda de discos y películas “Tower Records”, lo recuerdo perfecto, ubicado en el corazón de la zona rosa en la calle de Niza. Fue ahí que entrando en la parte de películas vendían una compilación de 5 videos de Chaplin, y la portada me remonto por un momento a la experiencia teatral que había tenido años atrás.
Ese día después de convencer a mi tío de que me comprara las películas, llegue a casa directo a la televisión y empezó desde el primer minuto de “The Golden rush” o la quimera de oro, mi admiración para ese hombre que lograba alegrarme, ponerme triste, e incluso llegaba a emocionarme tanto que llegue a estar al borde de las lágrimas con ese discurso en “El gran dictador”.
Este gran hombre y su arte, movieron fibras en mi, que me hicieron ver la vida desde otra perspectiva.
No hay más que pueda decir, simplemente, estas lineas son un sencillo homenaje para recordar a quien fue capaz de recordarme que soy parte de la humanidad y que nunca debo olvidarme de sentir cada cosa que aparezca en mi vida, y vivir al máximo.
¡Gracias siempre Charles Chaplin!