En México, somos quizá una minoría quienes nos interesamos en el arte y todo lo que se encuentra alrededor. Uno de los rubros en torno al arte que son muy importantes son las subastas, ya que mediante éstas es posible adquirir obras de artistas con mucho talento y gran reconocimiento; además es éste uno de los mecanismos mayormente escuchados para la compra y venta de objetos valiosos; a pesar de ello, sigue habiendo muchos tabús y mitos sobre las subastas y lo que gira en torno a ellas.
Derivado de esta inquietud de varios de nuestros lectores, el equipo de La Bombilla se dio a la tarea de entrevistar a Eduardo López Morton, un experto en el tema, que colabora desde hace unos años para Morton Casa de Subastas. A Continuación la Entrevista.
¿Dónde nace Morton Casa de Subastas?
Morton nace con mi papá que trabajó en muebles López Morton, se salió después de un tiempo y trabajó en otras cosas, fue “stock brocker” y en un viaje a Inglaterra conoció acerca de Sotheby’s y Christie’s, dos de las casas de subastas más importantes del mundo, ahí se dio cuenta que nadie lo hacía en México. Mi familia tenía una casa de antigüedades en ese entonces, y se pudo empezar a manejar la figura de segundas manos, todo a base de consignantes; cuando regresó a México, con la ayuda de un amigo suyo en Inglaterra, empezaron el negocio.
En México se habían hecho algunas subastas por parte de galerías de arte, pero eran una vez al año o una vez cada que se les ocurría, entonces empiezan a hacer todo el proceso, y eventualmente empieza Morton. En el año de 1988 encuentran el terreno de Monte Athos, lo empiezan a rentar y a hacer subastas con consignación, hablando con galeristas, con anticuarios, con artistas y empiezan a hacerse de obra para subastar.
La primera subasta se lleva a cabo en 1988 y lo que empezó siendo una subasta de antigüedades cada mes, ahorita se tienen poco más de 100 subastas al año, es decir, casi cada tercer día se tiene una subasta.
¿Cuál es el objetivo de Morton Casa de Subastas?
El objetivo de Morton es hacer que el proceso de compra y venta de obras sea sencillo y transparente. Aquí en México, si tú tienes un mueble, si tienes una obra de arte o tienes alguna herencia que no quieres, es muy difícil deshacerte de ella, hay que poner un aviso de ocasión, esperar la llamada, ir con un ropavejero, no sabes si te están dando buen precio, puedes ir a la Lagunilla, tampoco sabes si te dan el mejor precio; entonces Morton nace también con el objetivo de satisfacer la necesidad de la sociedad de comprar cosas que la gente no quiere a un precio justo y con la garantía de una valuación profesional, en un tiempo rápido y que sea transparente. Aspiramos a ser la primera opción en mente de quien desea vender algo que ya no quiere, se pretende crear una experiencia de venta diferente, y más rápida.
¿Cómo está diversificada Morton Casa de Subastas?
Estamos divididos en varias secciones, se tienen oficinas en Houston que opera de manera independiente y tiene sus propias subastas, en Monterrey, en Moliere y aquí en Monte Athos, contamos con departamentos de autos y camiones, joyería, vinos y destilados, libros, arte moderno y antigüedades, cada departamento tiene sus propios especialistas y catalogadores que hacen el proceso. En Moliere se subasta todo aquello que no está catalogado como arte moderno ni como antigüedad, por eso le llamamos subasta de oportunidades, estas subastas se llevan a cabo todos los sábados a las 10:00 de la mañana y dura alrededor de dos horas y media, son alrededor de 300 lotes cada fin de semana a precios más accesibles, se van cosas que no encuentras en todos lados.
¿Cuál es el papel que jugan las casas de subastas en la difusión del arte?
Es interesante porque países como Francia, Inglaterra, Estados Unidos, tienen años ya haciendo esto, y las colecciones más importantes, los museos más interesantes; digo aquí en México tenemos lo propio, pero son por lo general países que han tenido al menos una casa de subastas, importantes, porque se crea un coleccionismo y empiezas a ver que la gente empieza a buscar ciertas tendencias o ciertas cosas y hay un intercambio de bienes artísticos, sea pintura, sea un documento, sea un mueble donde la gente crea un mercado, donde la compra y venta es un proceso más serio y más regulado que cualquier mercado de pulgas, entonces una casa de subastas genera muchísimo valor para los artistas.
¿Cuál es la estrategia que emplea Morton Casa de Subastas para que el gran público tenga acceso a la obra que ustedes subastan?
Se ponen anuncios en periódicos, en redes sociales pero eso funciona hasta cierto punto. Se tienen muchos mitos alrededor de las casas de subastas, si la gente tiene una idea diferente a lo que realmente es una subasta, va a ser muy difícil captar a todos los clientes, normalmente hablar de subastas con alguien que no está relacionado con ellas, de inmediato se traslada a estas películas donde se venden lotes de miles de millones de dólares que no es necesariamente la verdad; en realidad ese tipo de subastas son aproximadamente el 0.1% de las subastas alrededor del mundo.
Las subastas pueden verse como un medio muy accesible de comprar y de vender; se asiste sin invitación, no se tienen que registrar a menos que quieras comprar, pero la entrada es libre: la gente tiene que entender que puede venir a Morton a divertirse, a ver cosas interesantes, si quieren vender a vender, y quizá terminan comprando algo sin necesidad de que el proceso sea una cosa engorrosa o fastidiosa.
¿Cuál es el proceso de selección de obras?
Se empieza con una consignación que no es más que buscar posibles vendedores, la labor es buscar clientes, obras o piezas objeto de subasta, se da a conocer a través de periódicos, algunas llamadas a clientes, es decir, se crea un ruido de que se planea hacer una subasta. Luego de esa etapa, empezamos a recibir correos o respuestas por parte de la gente que le interesa vender algo, después de esto se hace una valuación preliminar, donde no necesariamente se conoce la pieza físicamente; posterior a esto ya se busca una cita para ver físicamente la obra, si se llega a un acuerdo con el precio establecido en la valuación preliminar se procede a la compra en consignación, si no intervienen más especialistas en el proceso de valuación.
Una vez que ya están de acuerdo con el precio, se firma el contrato con las clausulas necesarias y se recibe la pieza. Una vez que Morton tienen en sus manos la pieza, inicia el proceso de catalogación y fotografía, donde un experto estudia a detalle, con calma y hace una descripción hasta que se empieza a armar el catálogo, lo ideal es tener el catálogo un mes antes de la fecha de la subasta y se manda a difusión para que se dé a conocer la fecha de la subasta.
¿Se han dado casos en los que sea el artista quien directamente se acerque a ustedes para comercializar sus obras?
Morton recibe piezas de cualquier tercero, ya sea si eres un artista emergente, galerista o particulares. Si eres artista, en las subastas de oportunidades no se cobra ninguna comisión por el lote que vendas, no se cobra más que el 1.5% de seguro. Para un artista puede funcionar más rápido que el acercamiento que un galerista.
¿Cómo seleccionan a los expertos que evalúan las obras?
Todos los valuadores que trabajan con Morton ya tienen varios años colaborando, se pone mucho énfasis al curriculum de la persona, donde estudió, de dónde viene, por la sencilla razón de que no nos podemos equivocar con los valuadores, si tienes un mal valuador tienes un problema, si pones un precio muy bajo, pues estás perdiendo valor en el obra, y si pones muy alto pues no vendes nada.
Hay obras que se consideran patrimonio nacional, en caso de que una de esas obras sea comprada por una persona que quiera llevarla al extranjero, ¿existe algún mecanismo en específico para evitarlo?
La responsabilidad que tiene Morton como casa de subastas a nivel internacional, es decir, cualquier casa de subastas en el mundo a la hora de vender un lote tiene la responsabilidad de avisar y de poner en la ficha que se trata de un lote patrimonio de la nación y que no puede salir de las fronteras del país; sin embargo, si hay un coleccionista chino afanado en comprarla, no podemos detener al comprador, nosotros hacemos toda la indagatoria, se mandan los avisos, pero si manda a un prestanombres mexicano y la compra un mexicano y después saca la obra por cualquier otro medio, ya es responsabilidad de la autoridad competente de aduanas vigilar lo que sale del país. Nosotros no tenemos la capacidad de vigilar lo que los clientes hacen después con las obras que compran.
La Ley en muchas ocasiones prohíbe la venta de muchas cosas, por ejemplo arte prehispánico, y en efecto son cosas que no vendemos, entonces mientras la Ley nos permita vender obras patrimonio de la nación aquí en México, como María Izquierdo, las vamos a seguir vendiendo.
Sabemos que la subasta de arte latinoamericano es una de las más importantes para Morton, ¿Cuándo se hace y por qué se hace sólo dos veces al año?
La subasta de arte latinoamericanos se lleva a cabo dos veces al año y siempre hemos tratado de alguna forma de copiar un poco a las casas de subastas inglesas, por la sencilla razón de que tienen alrededor de 300 años en el mercado, algo están haciendo bien; por ejemplo, la semana de arte latinoamericano en New York es siempre en Mayo y en Noviembre, al hacerla nosotros también en esas fechas es un poco por tratar de alinearnos con ellos, si existe este tipo de alineación en el mercado de arte, se hace un poco más competitivo.
Existe en México ahorita la ley del lavado del dinero, ¿Morton se ve afectado al respecto?
Afectado como tal no, hemos tomado cursos, ahora cuidamos más la identidad de nuestros clientes, se llenan formatos adicionales, nuestra área de contabilidad ha sido muy cuidadosa, hemos tenido consultorías por parte de despachos y se cumple con todo lo que la legislación nos dicta, se cumplieron todos los requerimientos. En lo único que nos afecta es que a la hora de hacer subasta en lugar de leer las reglas tal cual de subasta sencilla, tenemos que leer al inicio dos o tres apartados más referente a esto.
Asimismo, como parte de este artículo, asistimos a la celebración de la Subasta de Arte Latinoamericano, el pasado 21 de mayo, en el Club Naval de la Ciudad de México.
Entre un ambiente de celebración y júbilo para los coleccionistas y amantes del arte se inició la subasta en punto de las 19:00 horas. El martillero empezó leyendo las reglas de subasta, y así fue como el primer lote se presentó, un Gunther Gerszo, de acrílico sobre papel y con dedicatoria, fechado y firmado.
Con una duración de cerca de tres horas, la subasta convocó a una gran cantidad de público, entre galeristas, artistas, críticos de arte y por su puesto coleccionistas, que lote tras lote murmuraban sus opiniones en la sala de subastas.
Los lotes que se robaron la noche fueron dos, un Pedro Coronel sin título, con firma y fecha de 1978, referenciado en San Jerónimo, obra de óleo sobre tela de 120 x 120 cm, fue vendido en alrededor de 3 millones de pesos, lo que provocó en el publico una ovación.
Otra de las obras aplaudidas de la noche, un Joaquín Clausell, que incluso sirvió como portada del catálogo de subasta, un óleo sobre tela de 95.5 x 147 cm que lleva por título “La Ola Grande” fue vendido en subasta telefónica en aproximadamente 2.8 millones de pesos.
Cerca de las 10 de la noche se dio por terminado el evento cerrando con la subasta de un Alejandro Santiago, sin título, de 2013 y firmado de 119 x 213 cm, y con certificado.
Como pueden ver, lo anterior es tan solo un poco sobre lo que es una subasta, a título personal les recomiendo asistir, al menos como experiencia, a alguna, y si tienen oportunidad, es un buen mecanismo de comprar o vender de una manera fácil, rápida y ¿por qué no?… Emocionante.
La Bombilla agradece el apoyo brindado por Morton Casa de Subastas para la realización de este artículo.