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Mi soledad y yo
Por: Pollo Bollo Norteño
Creo que esta es la primera vez en todas mis “desapariciones autoimpuestas” que me he tardado tanto en volver a ti amado lector, pero la verdad, hay una sensación agridulce en mi corazoncito mientras estas líneas comienzan a fluir y debo confesar que no quería volver a hacerlo… Debo decirte que quise apagar este espacio y seguir como si nada… pero su recuerdo, su confianza, sus palabras de apoyo, su fe en mí, fue lo que me empujó a volverte a escribir.
Mis primeras líneas después de este silencio, son para ella… Para quien jamás dejó de creer en el amor, esa “bruja” que creía en la conexión de las almas y en su intuición, la amiga que nunca dijo lo que tu querías escuchar, esa que soñaba con gritar su amor y vivirlo, la hermana que estaba siempre presente sintiéndose orgullosa de tus logros, esa mujer con la que una que otra vez me peleaba por ser la defensora # 1 del vaquero trotamundos, para la fan de Sanz, de LuisMi, de Pedro Infante, esa que hacía que esta Bombilla tuviera un brillo diferente, tan lleno de amor.
¿Quién diría que el año donde para mí los sueños más profundos se cumplían, donde la vida sola se equilibró, un pilar fundamental de mi ser se fue a reencontrar con uno de sus amores más grandes? ¿En qué momento di por hecho que mis amigos eran intocables y que no podían perder sus batallas? ¿Cómo es que asistí al funeral de una mujer que aún tenía tanto que ofrecer, tanto amor para dar, tanto talento, tanta luz? Y no, no se lo digo porque ya no está entre nosotros o porque esto es lo que se “debe decir” de aquellos que han trascendido, de verdad, ella era una persona única, inyectaba apoyo, amor, luz, cajeteadas monumentales sólo por verte mejor.
¿Saben a quién le debo que Pollo Bollo Norteño tenga este espacio? ¿Quién impulsaba y aprobaba mis columnas antes de ver la luz? Ella fue mi fan, ella creyó en mí cuando ni yo misma lo hacía, fue una de las personas que me inyectó fe, amor, confianza… Y le diré algo aún más cabron: con su partida, una parte de este Pollo se fue y sé que nunca volverá.
Podría hablarle de momentos, de la confianza depositada en mí, de nuestros llantos y risas, de anhelos y metas, de nuestros miedos y sueños… pero eso tan íntimo y tan nuestro, es lo que me acompañará hasta el final de mis días. De ser un ángel terrenal, se convirtió en un angelito chingon y hermoso que hoy reposa junto a Dios.
Mi fan de Sanz, mi Nani, no me alcanzará la vida para agradecerte todo lo que me diste, por abrirme las puertas no sólo de tu hogar sino de tu alma y corazón, por tus consejos, por tu intuición, por confiar en este “talento” que aplaudiste y que fomentaste, mi soledad y yo tenemos todo excepto a ti… Te rifaste bien cañón en este taquito con doble tortilla llamado vida y quienes te lloramos y no terminamos de comprender el porqué de tu ausencia física, llevamos tatuadas en el alma esa frase que te caracterizaba “TU SONRIE Y VERÁS”, hoy sonreímos para honrarte, luchamos por no dejar perder tus anhelos y cristalizar tus sueños. ¡¡Este pollo te amo, te ama y te amará para siempre!!
“Cuando la luz del sol se esté apagando y te sientas cansada de vagar… piensa que yo por ti estaré esperando… hasta que tú decidas regresar”
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